Hace unos 70 años una adolescente descubrió en una cueva de Chihuahua (México) un esqueleto femenino que yaía en el suelo. Así mismo percibe también una pequeña mano esquelética que agarra el brazo del gran esqueleto. Buscando más encuentra en una tumba poco profunda el esqueleto de niño deformado de por todas partes. Los cráneos encontrados por esta muchacha han sido grandes interrogantes para los científicos. Principalmente, el cráneo del pequeño.
Se trata del cráneo de un niño de entre tres a cinco años de edad. La fontanela está completada, lo que podría hacerle tres años más, pero también se encuentran en él inicios de dientes de leche, lo que indica menos de seis años. Fechado con Carbono 14 se descubre que el cráneo tiene alrededor de 900 años.
Nunca se ha estudiado un cráneo igual a este nunca. Es evidente que el cráneo no ha podido ser causado por deformaciones humanas conocidas. Las propiedades del esqueleto, por ejemplo, son totalmente diferentes. La solidez del cráneo es dos, incluso tres veces superior, a la de un cráneo humano normal.
Existe una leyenda entre los indígenas que habitan la zona en la se encontraron los cráneos que puede arrojar algo de luz a la explicación de este misterio. La antigua leyenda trata sobre “los niños de las estrellas”. Según la leyenda, unos seres procedentes de las estrellas dejaron embarazadas a varias mujeres de las aldeas más aisladas de la zona. Las mujeres criaban a los hijos durante varios años, hasta que sus padres regresaban del cielo para llevárselos.
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